Ya hemos comenzado a desmontar la carrocería, poquito a poco hemos ido desmontando las dos aletas, lo cual ha sido una tarea bastante ardua, debido a que los tornillos se mostraban reacios a salir.
Con el motor ya al descubierto hemos ido viendo y descubriendo algunas chapuzas en el cableado y bastantes cosas que reparar .
Otra cosa a tener en cuenta en la restauración es el orden y la clasificación de las cosas, para lo cual nosotros utilizamos bolsas con etiquetas, pegatinas y cinta de carrocero.
Tras desmontar las aletas nos hemos ido a la parte del piloto y el copiloto, hemos desmontado los asientos, que solo estaban atados con alambre y hemos descubierto el deposito de gasoil cubierto por una «fina» capa de tierra.
Y esto ha sido otro capitulo de esta aventura.