Desde el principio de esta restauración ya sabíamos que no solo íbamos a devolver el coche a su estado original, sino que también íbamos a mejorarlo en todo lo que pudiésemos.
En esta entrega os queremos enseñar como hemos mejorado el sistema de frenos.
Nuestro coche traía de fábrica un sistema de frenos de tambor, este sistema está actualmente obsoleto, ya que al frenar no lo hace de la misma forma en todas las ruedas, y esto, de cara a la ITV, suele traer problemas.
Una vez decidimos que le íbamos a incorporar frenos de disco nos pusimos a buscar en los desguaces. Al final los encontramos, era un eje completo pero nosotros solo necesitamos los bujes, es decir las puntas.
Lo primero que hicimos fue desmontar los bujes. En la foto anterior podemos ver los bujes nuevos con sus palieres.
Una vez los teníamos desmontados del eje empezamos a desmontarlos.
Lo primero que nos encontramos son unos tapones que evitan que salga valvulina por las puntas. Para extraerlos usamos un cincel, no nos preocupó dañarlos puesto que los encontramos nuevos, y estos tenían un aspecto deplorable.
Una vez extraídos nos encontramos con una tuerca de 27 mm. Para sacarla usamos una llave de tubo del 27, esta llave es la misma que la de las tuercas de las ruedas.
Una vez extraída nos encontramos con la punta del palier, además hay un fielro que evita que salga aceite, este fieltro es fácil de encontrar puesto que los actuales Land Rovers los siguen usando.
Os recomendamos que si os ponéis con esta tarea uséis unos cartones, puesto que, aunque los hallamos vaciado de aceite, siempre mancharán un poco.
A continuación desmontamos la pieza que está en torno la punta del palier.
Una vez hecho esto nos en encontramos ante el disco de freno, el cual está bloqueado por una tuerca de 48 mm, para desmontarla haría falta una llave de de tubo de ese tamaño, pero nosotros usamos un cincel plano y una martillito para sacarlo, esto se hace dándole pequeños toques en una de las esquinas de la tuerca en el sentido que queremos que gire. Antes de hacer eso tendremos que haber doblado unas pestañas que bloquean el giro de la tuerca, esto se puede hacer con un destornillador y un martillo.
Ahora procedemos a extraer el rodamiento y una junta de plástico que nos encontraremos.
Cuando hemos sacado el disco nos encontramos con unos tornillos que cierran el buje. Los sacamos y podemos continuar.
Una vez echo esto llegamos al buje. Podemos ir sacando la junta que bloquea la salida de aceite por la semiesfera, y la mangueta.
Una vez sacado todo solo nos queda la semiesfera unida al buje y el palier con la homocinética.
Sacamos el palier y ya esta todo lo que nos interesa desmontado.
En esta foto podemos ver todos los tornillos y tuercas que hemos sacado.
Cuando hemos pintado el buje procedemos a montarlo de nuevo, nosotros hemos decidido rellenar los bujes de grasa, el motivo es que queremos que la valvulina se densifique y así el buje no pierda.
Con pasta de juntas hacemos las juntas que hallamos desmontado y repetimos todo el proceso a la inversa.
A continuación montamos el eje en las ballestas parabólicas que sustituyen a las antiguas elípticas. Se han pintado al igual que las traseras.
Una vez montados los bujes ya casi hemos terminado.
En la próxima entrada os mostraremos como se han restaurado las pinzas de freno, elemento esencial a la hora de frenar.
Espero que os halla gustado este nuevo capítulo de la restauración del ligero.